viernes, 16 de abril de 2010

No es por comparar pero...

Tras estudiar etapas de la pintura peruana como costumbrismo y academismo, podemos ver las claras diferencias entre ellos, como el evidente manejo de técnica resaltando en primer lugar, más allá de la temática.

Dentro de las primeras muestras de arte republicano tenemos a Gil de Castro, quien hacía retratos y cuadros no religiosos ( como era la costumbre previa) sino de aristócratas, políticos, libertadores, todos con los rostros especialmente trabajados, en comparación con el resto de los cuerpos. Su técnica no era la mejor, no manejaba bien las proporciones, sombras ni profundidades, es decir, no tenía un buen manejo técnico, pero se notaba la intención de la obra.

Tenemos luego a Pancho Fierro, de quién ya hemos hablado en un
post anterior,rostro del costumbrismo. Sus acuarelas muestran trazos bastante sueltos, relajados y sin mayor esfuerzo de mostrar un técnica perfecta; lo que él busca es capturar el momento, las costumbres del pueblo, las tradiciones. Más que preocuparse qué sombra va a dónde, quiere mostrar cómo se vive en su Lima.

En la época del Academicismo, los artistas retoman las técnicas clásicas,ya que ellos han tenido estudios en Europa y han sido influenciados por estilos como el romanticismo, neoclásico y rococó.Tanto Merino, Laso y Montero se convierten en artistas de renombre que dominan a la perfección las sombras, formas, escenarios y materiales con los que trabajan.

Al ver los tres estilos juntos, notamos en qué etapa dibujan "bien", pero a la vez destaca las pinturas de Pancho Fierro, ¿Por qué, si su técnica no era "la mejor"?Pues porque tenía un estilo definido, sus obras tienen una personalidad que resalta por encima de los detalles técnicos, tienen un mensaje y narran algo, y eso las hace especiales.

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