viernes, 28 de mayo de 2010

Siempre en silencio

Llevando una clase introductoria al Costumbrismo descubrimos una vez más la historia que nunca parece acabar.Una vez más, interceden terceros por quienes no alzan la voz, por quienes no tienen ningún interés en hacerlo. Permítanme explicarme..
en esta etapa de la pintura(y claro está, de la historia del Perú, porque una ideología o movimiento por lo general repercute en todo ámbito cultural) se expone al hombre rural, al que vive en los andes, alejado de un Perú que básicamente es Lima y sólo eso, olvidándose de lo demás.

Pero este tema no es expuesto por estos campesinos, ni indígenas ni nativos, no, ninguno de ellos,sino por personajes que si bien son del país no han vivido ni la vida ni los problemas señalados. Los campesinos seguían en el campo, seguían con sus quehaceres diarios mientras pintores como Sabogal elaboraban cuadros y más cuadros sobre ellos. Este pueblo olvidado por todos - o casi todos- era sobreprotegido -psicologicamente, no en acciones, por cierto,- por este movimiento indigenista, que los veía como aquellos a quienes debían proteger al no tener voz propia, a quienes debían tratar como un niño que no puede cuidarse por sí solo.

Si alguien no se queja es simplemente porque no quiere hacerlo, y esa es la verdad. Esto ya ha pasado antes, en nuestra historia, como mencionamos antes, y como ejemplo tenemos el mismísimo establecimiento de la república, de un Perú como país y no como colonia. Si Perú se independizó no fue por iniciativa de los nativos, no, sino por terceros interesados en lo que podrían sacar del proceso.

Pero, ¿cuál es el problema en esto?
Creo que la respuesta es simple, y lógica.

Si alguien no actúa por sí mismo y más aún alguien más interviene por ellos, la persona se va a acostumbrar a que todo lo hagan por ella, se va a costumbrar a no hacer nada, a no involucrarse en un proceso, se acostumbra a no formar parte.
Como país en sí estamos atrasados, lidiando con problemas de pobreza, abuso, delincuencia, y no se hace mucho al respecto, tal vez porque se espera (como ya estamos acostumbrados) a que alguien más tome las cartas en el asunto..cualquiera fuese el resultado.